Durante el día nuestros ojos están expuestos al viento, la luz solar y una gran serie de factores externos como partículas y polvo esto hace que requieran una constante lubricación para poder moverse, funcionar y en algunos casos para permitir la eliminación de desechos. Es normal que nuestra vista necesite un pequeño descanso cuando llega la noche, y también que nuestros párpados se cierren para permitir la humectación de estructuras como la córnea. En el caso de las mujeres, el uso de maquillaje  en las pestañas y los párpados también pueden fomentar la acumulación de residuos en el area ocular.

Los ojos también reciben todo el peso de nuestra actividad diaria, en especial si tenemos trabajos que requieren alto tiempo de exposición a dispositivos electrónicos como tablets, celulares, pantallas de computador o luces especiales que generan enrojecimiento y cansancio ocular. En esta época repleta de tecnología y comunicación multimedial es común que los efectos del tiempo prolongado frente a las pantallas y generen enfermedades como el ojo seco. 

Curiosamente, mientras dormimos existen 4 fases con variaciones en la actividad eléctrica de nuestro cerebro: 3 fases son No REM y una en la que se dan los sueños llamada fase REM que es de especial importancia, pues en ella se dan movimientos oculares rápidos e involuntarios. En esta fase REM también puede cambiar nuestro ritmo de latido cardiaco, los patrones de respiración y es posible que incluso se muevan algunos músculos faciales.