Niños rebeldes, ¿Cuál es la razón de sus conductas?

2017-08-08


Todos los niños pasan por etapas complicadas de formación. Una de las más difíciles es la rebeldía, la cual se puede presentar en dos ocasiones diferentes; entre los 2 y los 6 años, y en la adolescencia después de los 12 años. Estos momentos se presentan debido a la formación y rectificación del carácter y personalidad que se está formando en cada niño, pero es responsabilidad de los padres guiar y educar estos comportamientos para evitar que se vuelvan negativos y destructivos tanto para el niño como para los padres.

Una de las complicaciones más frecuentes para sobrellevar estas etapas, es el no establecer reglas con los hijos desde que son muy pequeños. Muchos padres pueden llegar a pensar que no es aún el momento de limitarlos o exigirles nada, lo cual puede ser contraproducente a corto plazo. La educación debe comenzarse desde que empiezan a comprender lo que pasa a su alrededor y en el momento en el que se dan cuenta de que pueden hacer muchas cosas que antes no hacían como caminar, señalar, comer alimentos fuera de la leche materna etc., en donde los padres deben readaptarse a los nuevos comportamientos, entenderlos y moldearlos.

La razón de sus conductas se centra en los cambios por los que están pasando. Los bebes por un lado comienzan a descubrir un sinfín de nuevas cosas, comienzan a caminar, hablar, sentir nuevas texturas, explorar… todo para ellos es nuevo. Para un adolescente es casi igual pero a nivel hormonal y físico más que espacial. Lo importante es cómo se adapten los padres a estos cambios, para no sentirse fuera de control, o sentir que sus hijos se les salieron de las manos. Por eso es importante tener en cuenta:

 

Establecer reglas claras: Los niños deben saber cuáles son sus límites y hasta cuando pueden realizar determinadas acciones. Establecer reglas en los comportamientos, las actividades, los juegos y las responsabilidades, les ayudará a saber e identificar en qué momento están haciendo mal las cosas.

 

Manejar una relación de amor y respeto: Demostrar cariño y acompañamiento constante, le dará a los hijos la confianza que necesitan para realizar cada cosa. Darle importancia a lo que hacen y estar con ellos en cada paso que dan, fortalecerá su autoestima, los motivará a ser mejores y mejorará la relación entre padres e hijos. Hacerles saber que son amados sin importar cuantas veces se saquen el mal genio, es también parte de la forma en como se demuestra el respeto del uno por el otro por encima de cualquier dificultad.

 

Tiempo invaluable con los hijos: Dejar a los hijos mucho tiempo solos, hará que sientan que tiene demasiada libertad para hacer lo que quieren. Sin una guía, muchos niños pierden el norte y no aprenden a distinguir entre malas y buenas decisiones ya que piensan que todo lo que ellos hacen está bien. Por eso es importante el tiempo que estás con ellos, ya que son espacios de comunicación e interacción que te muestran cuáles son sus necesidades.

 

Escucha y alternativas: Escucha cuales son las necesidades de tu hijo y dale opciones para elegir entre lo que tu creas más conveniente para él. Esto lo ayudará a reafirmarse, hará que su confianza aumente y sentirá el apoyo de sus padres en todo momento.

 

 


Te puede interesar