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Cada niño se desarrolla a su ritmo. Hay uno que pronuncian su primera palabra alrededor del primer año, otros varios meses antes, y otros mucho después. Lo más importante es descubrir en cuál etapa se encuentra el bebé para reconocer de qué forma trata de comunicarse con papá y mamá y saber de este modo cómo poder ayudarlo a desarrollar más rápido el habla.

 

Durante los primeros meses de vida el llanto será la primera forma de comunicación entre el bebé y los padres. El comienza a comprender que el llanto es la única forma que tiene para hacerle entender a quienes lo rodean que tiene hambre, que se siente solo, o que necesita que lo cambien. A partir del cuarto mes, el bebé empieza a descubrir que puede hacer sonidos diferentes con la boca. Allí comienzan los balbuceos y comienza a diferenciar los diferentes tonos de voz asociando también sentimientos como la tristeza o la felicidad en la forma de hablar de los padres.

 

No es sino hasta el noveno mes en la mayoría de los casos, cuando se empieza a escuchar pequeñas silabas como pa – pa - pa y ma – ma – ma. Estos sonidos son el resultado de la apropiación de la lengua nativa que se acostumbran a escuchar diariamente, donde  comienzan a repetir palabras frecuentes donde la mayoría de veces son papá y mamá. Después del primer año de vida, el bebé comienza a relacionar los diferentes tonos en las palabras y comenzara a hacer preguntas con monosílabos como por ejemplo ¿no?, ¿sí? ¡Tete!.

 

A partir de allí, el niño empezará a desarrollar un vocabulario cada vez más amplio, recurriendo en un 100% a la asimilación de lo que ve y lo que oye. Por eso es muy importante guiarlo y potenciar cada aprendizaje diario para que su vocabulario crezca lo mejor posible. La lectura constante, el canto, las actividades como aeróbicos, bailar y jugar con figuras, colores y demás, ayudarán al bebé hablar más rápidamente.

 

Hablar en lenguaje de bebe no es una buena opción ya que ellos están aprendiendo de las palabras de los papas y no al revés. Por ello no es recomendable usar tonos y palabras que no se entiendan sino por el contrario, palabras claras y vocalizadas para un mejor entendimiento. En caso de que su bebé no desarrolle balbuceos, o no empiece a arremedar las palabras o finalmente no suelte silabas o forme palabras, lo más recomendable es acudir al pediatra para verificar que la salud del bebé está en óptimas condiciones y que no hay ninguna patología. En caso de encontrarse alguna, es fundamental comenzar con los respectivos tratamientos.

 

¿Qué pasa con los bebés con más de una lengua nativa?

 

En cuanto a los bebés que nacen con padres que tienen diferentes lenguas nativas y que desean que su bebé pueda hablar las dos sin problema, el proceso es un poco más largo. Si su bebé no habla dentro del primer año puede que esto se deba a que está asimilando las dos lenguas nativas, por lo que se demorará más en aprender ambos lenguajes. Sin embargo es muy recomendable inculcar ambas lenguas desde el principio, para que se adapte a ambas al mismo tiempo lo cual le dará una ventaja lingüística a futuro.