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Los huesos están hechos de diversos minerales los cuales constituyen una densidad determinada que les da fuerza para sostener los órganos del cuerpo. Cuando esta densidad disminuye, los huesos comienzan a formar en su interior pequeñas aberturas o poros, que con el tiempo van creciendo y se van expandiendo logrando que el hueso pierda fuerza y tienda a fracturarse (osteoporosis).

Para entender lo que es la osteopenia es importante conocer cómo funcionan nuestros huesos. Todos los seres humanos desarrollamos masa ósea todos los días de nuestra vida hasta que esta masa llega a su nivel máximo, que es aproximadamente a los 35 años. Esto significa que los huesos están cambiando constantemente. Cuando se es adolecente por ejemplo, el hueso nuevo crece más rápido a comparación del hueso viejo que se va descomponiendo y va siendo absorbido por el cuerpo, es ahí donde empezamos a desarrollar una mayor cantidad de masa ósea. Sin embargo, al llegar a su nivel máximo los papeles se cambian y es ahí cuando pueden debilitarse los huesos ya que hay una pérdida mayor de masa ósea que se desintegra a la que se desarrolla. Cuando hablamos de osteopenia, nos referimos entonces a esa disminución de masa ósea y la pérdida estructura que conforma el hueso.

 

¿Cuáles son los factores de riesgo?

Hay diversos factores que aumentan la posibilidad de desarrollar osteopenia. El más común es el envejecimiento, el cual afecta más a mujeres que a hombres puesto que las mujeres viven más tiempo, tienen menor masa ósea y consumen menos calcio que el hombre. La menopausia prematura también es un factor de alto nivel ya que en este proceso la mujer pierde hormonas que ayudan a tener la estructura del hueso. También está el estilo de vida sedentario, fumar, los trastornos de alimentación,  el hipotiroidismo y muchos de los medicamentos para personas con VIH o personas que tomen esteroides también se ha comprobado que afecta la densidad ósea.

 

¿Cómo prevenir el desarrollo de la osteopenia?

Alimentación adecuada: Adoptar una dieta rica en frutas y verduras ya que este tipo de dietas asegura la ingesta de micro y macro-nutrientes que necesita el cuerpo para desarrollar masa ósea. Alimentos ricos en calcio (productos lácteos, vegetales verdes con hojas).

Ejercicio constante: Hacer ejercicio no deberá convertirse en algo tortuoso. Por el contrario, realizar actividades físicas ayuda a que se esté generando constantemente fuerza en los huesos aumentando la densidad ósea del mismo, además de los beneficios que tiene para la salud del cuerpo en general. Un cuerpo sano es un cuerpo fuerte.

Tratamientos suplementarios: Una ingesta de suplementos con vitamina D y calcio son ideales para el tratamiento de la osteopenia. Para saber cuáles medicamentos son adecuados para su cuerpo es recomendable asistir al médico con frecuencia y determinar que otros medicamentos puede aceptar su cuerpo.