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El sudor excesivo y maloliente suele preocupar a quienes lo sufren, incluso existe la posibilidad de que esta característica en particular genere problemas de autoestima ¿Pero por qué ocurre?

El exceso de sudoración se da por una condición llamada hiperhidrosis que puede deberse a distintos factores, como: predisposición genética, daños nerviosos, enfermedades que alteran la regulación del metabolismo y la regulación de calor corporal. Así mismo puede ser causada por un exceso de estimulación de las glándulas sudoríparas que normalmente se activan para secretar agua.

La hiperhidrosis puede extenderse por todo el cuerpo o tener una distribución par; por ejemplo en ambos pies, axilas o muslos. Así mismo puede aparecer en momentos que generalmente no causarían exceso de secreción de sudor. Como dato curioso, el sistema nervioso simpático, el mismo que nos prepara frente a situaciones de alto estrés también puede activar respuestas de sudoración. Una de las situaciones más comunes que ponen a sudar a las personas con esta patología es presentar un comportamiento reactivo ante presentaciones o situaciones sociales.

Existen dos tipos de hiperhidrosis principales: la primaria, que a menudo no tiene causas específicas pero puede deberse a una respuesta excesiva ante estímulos nerviosos;  y la secundaria que se desencadena como una respuesta extra frente a otros factores como: la menopausia, enfermedades, desajustes hormonales, uso de medicamentos, daños nerviosos, entre otros.

Se estima que una de las posibles causas de hiperhidrosis primaria es la presencia de un alelo presente en un pequeño porcentaje de la población, que puede ser heredado.

Los tratamientos para mejorar los síntomas de la hiperhidrosis dependen de la severidad de la sudoración. El profesional de la salud se encargará de definir el tipo de acciones a tomar, que pueden abarcar desde el uso de medicamentos hasta  el uso de toxina botulínica y la iontoforesis que consiste en el uso de corrientes eléctricas para minimizar los episodios de sudoración.

Para finalizar, recordemos que los olores corporales son una marca específica de cada persona, tienen funciones como generar atracción sexual, alertar sobre enfermedades y en general dan indicios acerca de nuestro estado de salud y que se considera que una persona sufre de hiperhidrosis cuando el exceso de sudor le impide tener actividades diarias normales.
Si usted sufre de híper hidrosis consulte con su médico antes de intentar remedios caseros que puedan causar irritación o daños en la zona afectada.