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Los niños que aprenden idiomas ejercitan su memoria continuamente, necesitan formar estructuras de operaciones lógicas, como ordenar elementos de las oraciones, generar concordancia en lo que escriben, buscar palabras adecuadas, reconocer fonemas y formas de construir discursos. Así mismo deben repetir constantemente palabras que al inicio pueden sonar desconocidas.

Cuando un niño entra en un salón de clase que no es el de su colegio y debe interactuar con otros chicos diferentes a los que ve todos los días, se fomenta el desarrollo de habilidades psicosociales, la colaboración entre pares, el respeto y la tolerancia frente a las actitudes del otro. Recuerda que aprender idiomas es una actividad que debe practicarse con otras personas, sus aciertos y errores serán retroalimentados; el niño también comenzará a ser consciente de la necesidad de observar su progreso y debatir diferentes conceptos en sus clases. 

Por otra parte cuando los niños aprenden idiomas se potencia su capacidad de generar hábitos de estudio, y manejo del tiempo pues deben lograr un balance entre sus actividades escolares y extracurriculares, y requieren una mayor organización en sus tiempos de descanso. En este proceso es clave que tú también estés atento a su desarrollo escolar pues también es una oportunidad para ayudarlo a generar estrategias de manejo del tiempo. Observa aquellos temas que se le dificultan, cómo realiza las pausas, si mantiene su lugar de estudio ordenado entre otras cosas. Así sabrás qué rutinas de estudio y descanso funcionan para su ritmo de aprendizaje.

Es una oportunidad para estimular su creatividad, pues los idiomas no se aprenden únicamente gracias a la repetición de palabras, otras maneras de incorporar conocimientos sobre lenguas son: la música, el uso de internet para ver materiales audiovisuales, y la lectura, todo este conjunto estimula diversos sentidos. Por ejemplo puedes cocinar una receta de otro país con tu hijo, pero debes pedirle que traduzca los ingredientes.

Por último, estudiar otros idiomas es una actividad que le abre la puerta a las personas de cualquier edad hacia diversas maneras de vivir y sentir el mundo. Los beneficios de aprender otros idiomas no solo son para los más pequeños de la casa, si te animas a entrar en sus actividades de aprendizaje también tendrás posibilidades de mejorar tu memoria y generar un vínculo de intereses compartidos con tus hijos.